La leyenda de Kreole ha sido compartida entre aventureros y bardos de todo el multiverso.
Kreole era un cantador de hazañas en una remota isla en mitad del mar de cristal. Como cantador de hazañas, abandonó su pueblo junto a un guerrero en una misión sagrada, siendo su trabajo observar y posteriormente cantar las hazañas del guerrero.
Kreole era muy bueno en su trabajo, pero también muy ambicioso, y siempre aconsejaba a su acompañante en las tácticas más espectaculares y arriesgadas, buscando que sus cantares provocasen asombro y admiración allá a donde fuese.
Sin embargo, el guerrero al que Kreole acompañaba acabó cayendo en batalla por culpa de un exceso de confianza, y Kreole se vió no queriendo volver a su pueblo a narrar ese fracaso, por lo que continuó recorriendo el mundo, ayudando y animando a héroes a lo largo de los años.
Su final le llegó a manos de un nigromante, que harto de escuchar sus constantes gritos de ánimo hacia sus compañeros, lo atrapó en el interior de su Hacha-Arpa.
Sin embargo, ni siquiera eso iba a detener a Kreole en su afán por presenciar y cantar las mas grandes hazañas de la historia, así que eso es lo que sigue haciendo, desde el interior del hacha.