Este infame tridente, apenas conocido en los reinos de la superficie, ha tentado a inmumerables generales, héroes y reyes bajo las olas.
Nacido de la más profunda de las fosas submarinas, fue encontrado primero por un rebelde sirénido que, desesperado por derrocar al Aboleth que había esclavizado a su gente, se dejó seducir por la promesa de poder del arma.
Este tridente ha acabado con la vida de Aboleths, Krakens, Marids… Ha hecho caer imperios y roto amistades forjadas en mil aventuras. Pues el Ojo de Tharluk siempre está observando, buscando una oportunidad para corromper a su portador, o encontrar a alguien más poderoso al que tentar.
Su último portador, sin embargo, logró resistirse a la tentación del poder y una vez completada su misión, arrojó el tridente al fondo de la fosa de la que vino