El conflicto entre las cuatro cortes féricas es tan ancestral como la guerra de sangre y, a su manera, igual de inmutable.
Si bien todos los monarcas han tenido momentos de grandeza y dominio sobre el plano material con duraderas sequías y edades de hielo que se extienden durante siglos, el caso de la Reina de la Primavera es el mas particular, pues su poder crece en los momentos de mayor necesidad.
Atrapada en una eterna remontada improbable, la primavera consigue abrirse paso a través de las nieves del invierno cada vez. Y durante un breve periodo de tiempo, la imparable exhuberancia de la corte de la vida recorre el mundo.
En esos momentos en los que el ciclo natural ha sido roto por el rey del invierno y sus siervos y el plano material se ve amenazado por una nueva edad de hielo, la reina de la primavera entrega a su campeón el Arco de la Primera cacería, para que cabalgue a la batalla contra el invierno eterno con las bestias del mundo a sus espaldas.