Ecología Fantástica 101- Creando un ecosistema (1)

Empecemos esto dejando clara la regla de oro: Nada de esto importa si no quieres que importe. Puedes seguir el método JK Rowling, inventarte todo según te venga en gana y no preocuparte de nada de lo que viene a continuación.

Dejando eso de lado, metámonos en harina. Bienvenidos a Ecología Fantástica 101. Soy Alberto Seijo, vuestro profesor para este curso. Con casi una década de Creación de mundos y Biología a mis espaldas, intentaré transmitir algo del conocimiento que he acumulado sobre el tema que nos ocupa.

Mi CV no entrará en el examen, lo que viene a continuación si.

Un ecosistema es un “Sistema biológico constituido por una comunidad de seres vivos y el medio natural en que viven.”

A la hora de crear uno, es clave que tengamos en cuenta tanto a los seres vivos que habitan en el y sus relaciones entre si, como el medio natural en si, y como este afecta a esos seres vivos y viceversa.

Ese medio natural es tradicionalmente considerado la combinación de Geografía y Clima, pero como estamos tratando con un ecosistema fantástico, también es indispensable tener en cuenta el factor mágico. Esta parte es la mas sencilla del proceso, pues son poco mas que los cimientos, solo hay que elegirlos.

Para facilitar el proceso de explicación, voy a crear un ecosistema de 0 para este post. Por un lado por que creo que así se entiende mejor, por otro lado, por que me viene bien tenerlo pensado para mis partidas en el futuro.

Ur-Valar, Los montes de la locura

Ur-Valar es una sierra de montes que separa la región de Ardara al este, con clima mediterráneo y los bosques continentales de Varel’olo al oeste. Conocidas por su fuerte actividad volcánica y las frecuentes lluvias de ceniza,  también se dice que enloquecen y corrompen a cualquier criatura que viva allí.

En ese párrafo ya tenemos todo lo que necesitamos saber sobre la región:

Es una cadena montañosa, así que podemos dividirla en 3 secciones: La parte alta, y la parte baja de la cara Este y la parte baja de la cara Oeste. Esto se debe a que las cadenas montañosas actúan como barrera de viento y humedad haciendo que uno de los dos lados sea mas seco y árido.  Esta diferencia apenas tendrá importancia en la zona rocosa de la cima de las montañas en si.

También sabemos que este clima de montaña está rodeado de un clima de tipo mediterráneo (Inviernos templados, veranos secos) y un clima continental (Inviernos fríos, veranos cálidos).  Los tipos de clima, que los definen y que características traen son un tema amplio que tendríais que traer sabido de casa (pero aquí hay un link para los que no).

Por ultimo, sabemos que tiene una fuerte actividad volcánica, por lo que los incendios en los bosques circundantes serán frecuentes por culpa del magma, y que hay habituales lluvias de ceniza, por lo que serán bosques mas fértiles de lo que cabria esperar. Además, parece corromper y volver locas a las criaturas que habitan allí, es algo que tendríamos que tener en cuenta a la hora de poblarlo.


 

Sabiendo ya a que tipo de ambiente nos enfrentamos, toca poblarlo. A la hora de poblar el ecosistema es importante tener en cuenta lo que muchos conoceréis como “Piramides tróficas” o “Cadenas tróficas” y cuyo nombre mas moderno y actualizado es “Redes troficas”: Una red trófica, es la interconexión natural de las cadenas alimenticias y generalmente es una representación de quién se come a quién en una comunidad ecológica.

Una red trófica es mas compleja que “Quien se come a quien”, ya que tendremos que tener en cuenta otros factores como relaciones simbióticas, refugio, parasitismo… pero es un buen esqueleto sobre el que construir.

En este respecto, distinguiremos a los Heterotrofos (necesitan comerse a otro organismo) y Autotrofos (generan su propia comida).

A la hora de empezar a poblar, me gusta empezar de arriba a abajo, pues los problemas que vayan surgiendo conforme decidamos a los depredadores podrán solucionarse al crear a sus presas.

A los Heterotrofos los podemos subdividir en los siguientes subgrupos: Superdepredadores, Depredadores Menores, Pequeños carnívoros, Grandes herbívoros, Pequeños herbívoros, Parásitos, Carroñeros y Descomponedores.

Superdepredadores

Cuando hablamos de superdepredadores nos referimos a grandes carnívoros capaces de cazar a cualquier otro individuo del sistema para alimentarse y que no es depredado por nadie. La naturaleza del superdepredador determinará los métodos de supervivencia que usarán el resto de criaturas. Suelen ser poco numerosos y dominar grandes extensiones de terreno.

Dragon Rojo (Draco terriblis) – En Ur-Valar, todas las criaturas caminan atentas al cielo, pues estas montañas son el hogar de un gran Dragón Rojo, que ha hecho su nido en una de las montañas con mayor actividad volcánica. 

Roc – (Achila enormicus) Compite en el dominio de los cielos de la cordillera con una pequeña familia de Rocs que habita en los picos mas altos de la sección Sur.

Pocas cosas son capaces de molestar a estos bichos, por lo que tampoco tenemos que rompernos la cabeza. Ambas son criaturas bien adaptadas a la montaña y el Dragón hace uso de nuestra anomalía volcánica, así que no hay mucho mas que añadir. Estas criaturas se alimentaran sobretodo de los Depredadores Menores, de los Grandes Herbívoros y de algunos carroñeros.

Depredadores Menores

Empezamos con las complicaciones. Los Depredadores menores deberían ser capaces de cazar a los pequeños carnivoros y a todos los herbívoros, pero tener que preocuparse de los superdepredadores. En una analogía al mundo real, son tus zorros, tus coyotes y tus güepardos.

Estas criaturas no podrían competir por el dominio aéreo con nuestros superdepredadores, así que lo lógico es que ronden los bosques de las zonas bajas, donde habitaran también la mayoría de sus presas, aunque habrá excepciones.

Huargos Grises (Canis cinis) – Implacables cazadores en grupo, siguen y acosan a presas de gran tamaño a través de los bosques recién carbonizados, aprovechando el color gris moteado de su pelaje para camuflarse entre el carbón y la ceniza.

Kenshars  (Herpestes stirgis)- Se puede avistar a estas aberraciones rondando las falda este de la cordillera. Son depredadores oportunistas y solitarios que buscan usar su grito psíquico para aturdir a su presa antes de cazarla. 

Hipogrifos (Achilaequs comunis)- Estas criaturas aprovechan  que las incursiones de otros depredadores fuercen el vuelo de otras criaturas para abalanzarse sobre su presa. También pueden recurrir a la carroña si lo necesitan. 

Ogros (Pseudogiganta comunis)- Grandes, brutos y prácticamente inteligentes protegen con fiereza pequeñas secciones de territorio cerca de las cuevas a las que llaman hogar. 

Pequeños carnivoros

Los pequeños carnívoros son aquellos animales que dan caza a los pequeños herbívoros y a algunos carroñeros. No suelen defender grandes extensiones de territorio y es tan probable que cacen como que sean cazados.

Preferirán hábitats que los mantengan lejos del alcance de los Depredadores menores, por lo que, irónicamente, mantenerse cerca del territorio de los superdepredadores puede ser una estrategia valida si tienen alguna forma de evitar ser devorados.

Linces escarlata (Lynx tincto)- Estos felinos dominan el ecosistema arboreo de Ur Valar trepando en mitad de la noche a las altas secuoyas y cogiendo por sorpresa a quienes buscan refugio entre sus ramas. 

Magmin (Antropoignis magmaticus)- Aprovechando que el dragón rojo no puede comérselos, estas criaturas de magma viven una vida tranquila en sus dominios.

Rapaces (Falconiformes)- Ya sean águilas (gigantes o comunes), halcones, búhos o lechuzas, los ríscos y bosques de Ur-Valar son perfectos para estas aves.

Lobos (Canis Lupus)- El clásico carnívoro de baja montaña. Son capaces de devorar a un Kenshar si lo pillan por sorpresa, y se les ha visto orbitando manadas de huargos grises, persiguiendo a las presas que logran huir de sus primos de mayor tamaño. 

Harpias- Aprovechando su canto y su superioridad numérica, algunos clanes de Harpias defienden con fiereza los ríscos donde construyen sus nidos.

Osos (Ursidae)- Pardos, Negros o Terribles, los osos son unos generalistas capaces de competir con todos los pequeños carnívoros y defenderse de algunas de las bestias mas grandes.

Grandes Herbíoros

Los grandes herbívoros son aquellos que requieren de grandes cantidades de vegetación para sostenerse. En bosques montañosos no hay mucho pasto, por lo que estas criaturas deberán ser capaces de alcanzar las nutritivas hojas altas de los arboles o acceder a algún bioma inaccesible para la mayoría del resto de animales.

Cretanias (Capra valaris terriblis)- Estas grandes cabras montesas trepan por las paredes mas empinadas como si de una ancha pasarela se tratase, accediendo a los arboles y arbustos a los que nadie mas puede acceder. 

Polilla de la ceniza (Danaus carbo)- Tanto en su forma de gigantesca oruga como en su estadio adulto, esta enorme criatura se alimenta de la madera carbonizada y la ceniza volcánica. 

Pesadillas – (Equs solebatia) Estos caballos demoniacos son capaces de alzar el vuelo para huir de los depredadores terrestres, y de esconderse entre los arboles de la mirada de los aéreos. 

Pequeños herbívoros

Los pequeños herbívoros deberán ser las criaturas que se alimentan de hojas y frutos en los bosques en la falda de las montañas. En un lugar propenso a los incendios como este, tendremos que encontrar criaturas que fabriquen madrigueras y escondan semillas en el suelo, pues esas semillas serán el futuro del bosque en muchos casos.

Roedores (Rodentia)- Ratones, ardillas… Ya sea en el suelo o en los arboles, estas son las criaturas que entierran las semillas como parte de su estrategia de supervivencia. 

Liebres asesinas (Lepus sanguinis)- Las rocosas e irregulares faldas de estos montes permiten que las liebres asesinas prosperen. Afectadas por la influencia de los montes, estas liebres son muy agresivas, y en vez de huir cuando un ave rapaz intenta darles caza, saltan contra ellos de forma muy violenta, pudiendo llegar a romperles un ala o matar a su depredador. 

Cabras (Capra aegargus)- Es un monte, hay cabras, poco mas que añadir. 

Pequeñas aves (Variado)- Ya sean jilgueros, perdices, verdecillos, carboneros o petirrojos, ningún bosque esta completo sin una amplia población de estas aves. *

*Nota: Algunos de estos pájaros son insectívoros. Para la construcción de este ecosistema fantástico pensado para partidas de rol, vamos a dejar de lado desarrollar un ecosistema diminuto de verdad, y vamos a simplemente asumir que hay insectos y son insectos comunes. Si quisieses, sin embargo, inventar insectos para tal propósito, adelante.

Parásitos

Los parásitos son aquellos seres vivos que utilizan a otro animal todavía vivo para su propio beneficio. Puede ser una relación trófica (como los mosquitos) o de otra naturaleza. A la hora de crear a nuestros parásitos, tenemos que pensar a quien estarán parasitando, como y para que propósito.

Sorbesesos (Leucochloridium capudoxum)- Este gusano parasita el cerebro de su victima, devorándolo desde el interior con fines reproductivos. Cuando ha crecido lo suficiente, viaja a través del torrente sanguíneo hasta los músculos donde pone los huevos y después induce un comportamiento suicida en la criatura para que sea devorada, completando así su ciclo de infección. 

Liquen apagafuegos (Lichen igniavertis)- Este liquen tiende a aparecer en los arboles parcialmente quemados después de un incendio, liberando una substancia a su sabia que acelera la regeneración del tejido perdido. Puede parecer una relación simbiótica, pero el liquen no tarda en aprovecharla para cubrir el árbol entero, absorbiendo todos los nutrientes que puede de su sabia. 

Carroñeros y Descomponedores

Un ecosistema no puede existir sin este tipo de criaturas. Son aquellos que devoran lo que es dejado atrás por las demás criaturas o facilitan el proceso de descomposición que alimentará a la vegetación. El ciclo de la vida vamos.

En esta categoría debería haber muchas criaturas microscópicas, pero en pos de hacer esto mas interesante de cara a lo fantástico, iremos con un par de las mas grandes.

Cieno de brea (Limus picem)- Formado en los pozos de brea que brobotean en las embarradas hondonadas llenas de ceniza, estos cienos altamente inflamables salen de sus pozas por las noches, cuando su color oscuro les hace prácticamente invisibles. 

Miconidos (Antropofungi comunis)- Allá donde un manantial de agua natural y una grieta de magma se encuentran se acumulan los micónidos, formando grandes colonias de seres cuasinteligentes. 

Buhitres (Gyps fluvus)- Los carroñeros por excelencia de un ecosistema montañoso, no puedes tener uno sin ellos. 


 

Y con las criaturas escogídas, en realidad ya tenemos la mayoría del trabajo hecho. Solo hay que darles un hábitat apropiado a las escogidas, y para eso necesitamos plantas.

Las cimas tendrán que estar desnudas, pero las faldas requerirán grandes bosques cuya naturaleza variará en función de la cara de la montaña. La cara seca y mediterránea yo la poblaría de secuoyas en la parte baja, aprovechando ese suelo fértil que nos dan las lluvias de ceniza,  iría transicionando a hayas conforme asciendan ambos bosques acompañados de un sotobosque adecuado para un clima tan seco como por ejemplo espinos, y unas cuantas herbaceas por todos lados. La cara húmeda tendría que estar repleta de pinos y robles.

Elegir la vegetación requeriría un post en su propio derecho, por que este ya ha pasado de las 2000 palabras y va a ser infumable si sigo.


Esta metodología para crear un ecosistema detallado es mi forma personal de hacerlo, pero no es la única. Yo empleo esta por que cuando estoy haciendo el worbuilding de una zona lo estoy haciendo con una partida de D&D en mente, por lo que los grandes depredadores tienden a ser el principal foco de mi trabajo.

Sin embargo, si tu historia tiene otro enfoque que te hace preferir centrarte en los grandes herbívoros de tu ecosistema, o quizá en los parásitos, siente libre de comenzar a poblarlo desde ahí.

Lo importante es que sigas un razonamiento lógico a la hora de decidir que criaturas habitan en que secciones, como se relacionan entre ellas y como va a afectar eso a tu historia. Pocas cosas hay como descubrir que un ancestral monstruo vive en una isla en la que no tendría nada que cazar.

En un post en el futuro, hablaremos de plantas.

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